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jueves, 30 de junio de 2011

Mi tigre es lluvia o cómo tratar los trastornos alimenticios en el aula


Este año he tenido el inmenso placer de compartir con mis pequeños lectores de primero de ESO una interesante novela de Carlos Puerto que explora con enorme sensibilidad el problema de la anorexia y la bulimia desde un punto de vista intimista y cercano. Se trata de Mi tigre es lluvia, una excelente propuesta publicada por la editorial Everest. El libro está basado en una experiencia real, y explica la historia de María, una joven anoréxica que se ve obligada a ingresar en una clínica para superar su problema.

No era precisamente una propuesta atrayente para estas edades pues no había tiros, piratas, monstruos ni naves espaciales: era terriblemente real y había que verla de esa manera para empezar a amarla. A través del punto de vista de la protagonista nos asomamos a los terribles destrozos que causan los trastornos psicológicos relacionados con la alimentación, que sólo pueden combatirse con un régimen hospitalario muy semejante al de una cárcel. La dureza de las circunstancias aparece equilibrada con acierto a base de delicadeza y sensibilidad, convirtiendo el deseo de vivir de la muchacha en un hermoso tigre impredecible que la obliga a decidir. El mensaje es positivo y esperanzado, muestra que la enfermedad puede ser vencida, aunque no sin luchar.

-¿Pero qué es la anorexia, maestra?

-Un trastorno mental que afecta a las personas físicamente, incluso a las princesas de cuento.

-¿Y cómo puedo saber si yo la tengo?

-La mayoría de las chicas tiende a saltarse las comidas con excusas. No son conscientes de ello y siempre necesitan ayuda médica, pues ni siquiera tu familia puede ayudarte, María, si por desgracia, la padeces.

-¿Qué se debe hacer si es así?

-Pues como hace la familia de la protagonista: acudir al médico de atención primaria o al pediatra y éste te deriva al especialista que será el que diagnostique y prescriba el tratamiento adecuado.

-¿Puedo leer yo hoy?

Así fue como abrimos nuestra mente a la historia de aquella niña, María, nuestra María rebelde y malhumorada que tuvo que ingresar en el hospital y someterse al “privilegio cero”

-¿Qué es el “privilegio cero”?

-Es fácil: cero en privilegios, no hay libertad y tus cuidadores eligen lo que más te conviene, es decir, tipo de comida, bebida, salidas, aseo, diversión, todo

María pesa 34 kilos. María es anoréxica. Tiene casi quince años y debe recuperarse al amparo y vigilancia de profesionales y allí se encontrará con un grupo de chicas en su misma situación. La terapia de los enfermos de anorexia resulta muy dura, pero es necesario que sea así.

-¿Y consiguió hacer amigas en ese mundo extraño y hostil para ella?
-No al principio, pues el hospital es la cárcel y los cuidadores sus carceleros, por lo que las chicas anoréxicas la ven como alguien extraño y hostil. Después la historia se complica…

Es invierno y llueve. María llora y sus lágrimas se identifican con la lluvia de la calle. Una noche, roba un póster del taller de pintura, al que, entre otras muchas obligaciones estrictas, también tiene que asistir. El tigre de un cuadro del pintor Rousseau le atrae de forma peculiar. Y el tigre sale de la lámina para hablar con María, rodeándola de imágenes de la selva: es alguien con quien hablar y con quien compartir su mundo interior.

-¡No es posible que un tigre salga de un cuadro! ¡Me tomas el pelo!

-No, si entiendes que cuando estás sola tu tigre es tu mundo, tu propia necesidad de encontrarte, de entender lo que te está pasando…

Por eso María encuentra la amistad, la forma de darse y comunicarse y todo lo que hemos ido leyendo nos ayuda a entender ese largo camino que lleva hasta la curación de María y a darse a sí misma mediante el regalo de ese tigre que es lluvia a su mejor amiga, para que, como ella, salga de allí.
María no es un personaje de ficción; existe en la vida real, y su generosidad ha hecho posible que su experiencia se publique e invite a la reflexión. "Mi tigre es lluvia" es una novela basada en hechos reales, reales y muy duros, como la adolescencia de muchas chicas y chicos que, al igual que María, se enfrentan a la anorexia.

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